Nuestra única opción era subirnos a un cayuco de los indios kuna que vienen desde el Archipiélago de San Blas a Miramar al menos un par de veces por semana para comprar provisiones (refrescos, chandal psg alimentos variados…). La opción del yate que había llegado al embarcadero la descartamos porque iba en dirección contraria a nuestro destino. No nos quedaba más remedio que encomendarnos al destino y esperar.