El Transantiago fue un problema que nos deja una gran lección: no es posible diseñar políticas públicas solamente camiseta de senegal con voluntarismo. “El Estado proporcionaba a los colones una casa, una parcela de entre ocho y diez hectáreas, dos vacas, una mula o un caballo, y una yunta para bueyes. Insistimos mucho en que, para evitarse gastos innecesarios, camiseta marruecos los dibujos deben ser enviados en perfectas condiciones de ser reproducidos. También es cierto que, si alguna cosa hemos vivido los afectados directos de todo este abominable suceso, ha sido la solidaridad en el inmenso dolor que sentimos, compartido por la gran mayoría de los ciudadanos y ciudadanas de bien.