Lo mejor que se puede hacer con Brasil es aprender de los errores pasados y no añadir nada a la camiseta tradicional del equipo, todo un símbolo en el país. De porteros como César Láinez, y de jugadores como Morientes, la primera camiseta avispa usada por Toro Acuña, una tomate de Santi Aragón, la avispa con la que Dani marca en la final de la Copa del Rey ante el Madrid, la de Ewerthon en el 6-1 al Real Madrid, o la de Ander Herrera en el último ascenso.